Los 5 motivadores intrínsecos que te ayudarán a lograr lo Imposible
Al final del año pasado, todos presenciamos algo que nos parecía Imposible que pudiera suceder:
Marruecos llegó a las Semifinales de un Mundial.
Era algo inviable para todos nosotros que Marruecos lograra clasificarse por delante de equipos como Alemania, España o Portugal.
Pero al final, lo que parecía imposible se hizo posible.
Sucesos como este ocurren no solo en el fútbol o en los deportes, sino en todos lados.
Cada día alguien logra algo que podría ser considerado Imposible para él o para la humanidad.
Y -seas consciente o no de ello- todos los individuos que superan sucesos “imposibles” tienen ciertas características comunes.
En el día de hoy, voy a mostraros la característica principal necesaria para lograr lo Imposible: La Motivación.
Al ser la motivación una parte muy extensa, voy a dividirla en dos capítulos, el día de hoy trataremos qué es la motivación, los tipos de motivación y los 5 motivadores intrínsecos más importantes.
¿Qué es la Motivación?
Cuando la mayoría de la gente piensa en la motivación, se les viene a la mente la idea de persistir incluso cuando no tienes ganas, o esos momentos en los que piensas que puedes comerte el mundo.
La verdadera motivación son las emociones que impulsan un comportamiento de manera automática.
Si por ejemplo:
Durante los últimos años, si cuando volvías de trabajar ibas al sofá a ver la tele.
Hoy, cuando vuelvas del trabajo, vas a ir directamente al sofá a ver la tele sin siquiera cuestionarlo.
Esto es la motivación, cada acción que tomas tiene una motivación que la impulsa.
Y cuanta mayor satisfacción encontremos al realizar una actividad, mayor motivación vamos a encontrar para repetir esta actividad.
Si consigues acumular diferentes motivadores, ganarás mucha más energía y motivación, haciendo que la actividad que estés realizando no se sienta como trabajo, sino más bien como un juego.
Esto es lo que quieres lograr si buscas hacer realidad tu visión, acumular diferentes motivadores para poder ganar el máximo de energía.
En cuanto a los motivadores, encontramos dos tipos: motivadores extrínsecos y motivadores intrínsecos.
Tipos de Motivación
Los motivadores extrínsecos son recompensas externas a nosotros mismos.
Son cosas como:
El dinero.
La fama.
El sexo.
Sin duda, todos estos son motivadores muy potentes.
El dinero se traduce en comida, ropa y cobijo, por lo que el cerebro trata nuestro deseo de tenerlo como una necesidad básica de supervivencia.
La fama puede parecer trivial, pero los famosos suelen tener mucho más acceso a los recursos (comida, agua, refugio, pareja, etc.), por lo que estamos predispuestos a desearla.
Y el sexo es la única forma que tiene el ser humano para que sus genes prosperen, por eso el sexo vende y los bares están siempre llenos los viernes por la noche.
Los motivadores intrínsecos son todo lo contrario.
Son fuerzas psicológicas y emocionales como:
La curiosidad.
La pasión.
El sentido.
El propósito.
El placer de la maestría, que sentimos como la sensación del trabajo bien hecho, es otro ejemplo potente.
La autonomía, el deseo de ser dueño de la propia vida, es otro.
Los impulsores externos son fantásticos, pero sólo hasta que nos sintamos seguros, es decir, que tengamos dinero suficiente para pagar la comida, la ropa y la vivienda y nos sobre un poco para divertirnos.
Una vez cruzada esa línea de necesidades básicas, la gente quiere recompensas intrínsecas. Quieren controlar su propio tiempo (autonomía), trabajar en proyectos que les interesen (curiosidad/pasión) y trabajar en proyectos que importen (sentido y propósito).
Es por ello, que lo mejor que puedes hacer es construir una base sólida de motivadores intrínsecos.
Así que vamos a abarcar los 5 más importantes y cómo puedes crearlos.
Los 5 Motivadores Intrínsecos
Curiosidad
La curiosidad es ese pequeño interés que te surge por ciertas actividades o cosas.
Lo bueno que tiene la curiosidad, es que impulsa la pasión, que es un motivador mucho más potente.
Pero como todo, tenemos que ir paso a paso, para lograr la pasión necesitamos primero tener curiosidad o interés por algo.
La cuestión es que la curiosidad, por sí sola, no basta para crear verdadera pasión.
Simplemente no se produce suficiente carga neuroquímica para la motivación que necesitas.
Pasión
En lugar de eso, debes buscar lugares en los que se interconecten tres o cuatro elementos de tu lista de curiosidades.
Si puedes detectar el punto en el que se encuentran varias curiosidades, descubrirás una inmensa fuente de energía.
Y es que cuando se cruzan varios puntos de curiosidad, no sólo se amplifica el compromiso, sino que se crean las condiciones necesarias para el reconocimiento de patrones, o la vinculación de nuevas ideas.
El reconocimiento de patrones es esencialmente el trabajo fundamental de la mayoría de las neuronas. Como resultado, cada vez que reconocemos un patrón, el cerebro nos recompensa con un pequeño subidón de dopamina.
Apilando motivaciones, es decir, superponiendo curiosidad sobre curiosidad sobre curiosidad, aumentamos la motivación, pero no el esfuerzo.
Te esforzarás más, pero no notarás el trabajo.
Además, como la dopamina proporciona una serie de beneficios cognitivos adicionales, también trabajarás de forma más inteligente.
Mayor concentración
Mejor aprendizaje
Reconocimiento más rápido de patrones
Propósito y Sentido
Estos requieren conectar nuestra pasión individual con una causa mucho mayor que nosotros mismos.
Una vez que esto ocurre, se añade oxitocina a la ecuación y se produce un aumento aún mayor en:
La concentración.
La productividad.
La resiliencia.
La motivación.
El propósito desvía nuestra atención de nosotros mismos (enfoque interno) y la centra en otras personas y en la tarea que tenemos entre manos (enfoque externo).
Al obligarte a mirar fuera de ti mismo, el propósito actúa como un campo de fuerza:
Te protege de ti mismo y de la posibilidad de que tu nueva pasión te engulla y no seas capaz de seguir adelante.
A la hora de definir tu propósito, sueña a lo grande. Este se convertirá en la visión general de tu vida.
Una vez hemos alineado la curiosidad, la pasión y el propósito, los siguientes dos motivadores serán los que impulsarán el cambio en tu vida.
Autonomía
La autonomía es siempre el motor más poderoso.
Esta se aprovecha cuando hacemos lo que hacemos por "interés y placer" y porque "está en sintonía con nuestras creencias y valores fundamentales".
Por eso hemos empezado con la curiosidad, la pasión y el propósito.
Este trío establece el interés y el disfrute a través de la curiosidad y la pasión y, a continuación, consolida las creencias y los valores fundamentales a través del propósito.
La autonomía nos convierte en una versión mucho más eficiente de nosotros mismos. El estímulo neuroquímico que proporciona la autonomía aumenta nuestra motivación, por supuesto, pero también amplifica una serie de habilidades adicionales:
Aumento de concentración.
Aumento de productividad.
Aumento de optimismo.
Aumento de resiliencia.
Aumento de creatividad.
Mayor salud en general.
La Maestría
La maestría es el deseo de mejorar en las cosas que hacemos.
Es la devoción por el trabajo, la necesidad de progresar, la necesidad de mejorar continuamente. Nada nos gusta más que amontonar pequeña victoria sobre pequeña victoria sobre pequeña victoria.
Cuando trabajamos duro para conseguir un objetivo importante, es decir, cuando perseguimos la maestría, los niveles de dopamina se disparan.
Pero la verdadera victoria no se encuentra en este único momento, sino en la repetición de estos picos, día tras día tras día.
Es así como serás capaz de lograr la maestría.
Pasar a la Acción
Para implementar todo lo abarcado, sigue estos pasos:
Encuentra 20 cosas que te interesen o despierten tu curiosidad.
Busca puntos comunes o curiosidades que se relacionen (descubriendo así tus pasiones)
Céntrate en esas.
Pregúntate cómo podrías ayudar a los demás con estas actividades, enfócate sobre todo a lo grande (estamos buscando tu propósito)
Dedica tu tiempo libre a estas actividades (tendrás así la autonomía necesaria)
Experimenta, mejora y aprende día tras día (así te acercarás a la Maestría)
Si podemos alinear estos cinco grandes motivadores intrínsecos, el resultado es una motivación amplificada y un flujo incrementado, lo que significa que, llegaremos más lejos y más rápido.
Sin embargo, puesto que ahora vamos a movernos por nuestras vidas a mayor velocidad, es muy importante que sepamos exactamente adónde queremos ir.
Y en eso me enfocaré el siguiente día: En la Creación de Objetivos y de una Visión.
¿Qué ha pasado esta semana?
-Estoy empezando a crear un producto Digital sobre cómo crecer en Instagram, donde compartiré el proceso y lo que he usado y aprendido para llegar a +57 mil seguidores en 4 meses.
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Poco más, espero que tengas una buena semana y si te ha gustado el post, suscríbete :